La entrada en la Casa de Niños implica la adaptación del niño a una nueva situación.
Durante este periodo de tiempo, el niño experimenta una serie de sensaciones y sentimientos, fruto de los cambios que tienen lugar en su vida. Percibe que ya no es el centro exclusivo de atención, que tiene que relacionarse con otros niños, que debe compartir los materiales y a las educadoras.
Toda esta serie de cambios y situaciones nuevas, generan en el niño un sentimiento de angustia, separación e inseguridad que le conduce a negarse a asistir a la Casa de Niños, a aferrarse a su madre y a su material personal, es decir, todo lo relacionado con su ambiente familiar.
Durante este periodo, el Equipo Educativo trabajamos para:Durante este periodo de tiempo, el niño experimenta una serie de sensaciones y sentimientos, fruto de los cambios que tienen lugar en su vida. Percibe que ya no es el centro exclusivo de atención, que tiene que relacionarse con otros niños, que debe compartir los materiales y a las educadoras.
Toda esta serie de cambios y situaciones nuevas, generan en el niño un sentimiento de angustia, separación e inseguridad que le conduce a negarse a asistir a la Casa de Niños, a aferrarse a su madre y a su material personal, es decir, todo lo relacionado con su ambiente familiar.
1.- Conseguir establecer una sólida trama vincular, como punto de partida, para lograr una correcta inclusión del niño en el marco educativo institucional.
2.-Resolver situaciones de juego que pongan de manifiesto sus conocimientos previos.
3.- Separarse progresivamente del adulto acompañante.
4.- Afianzar identidades y conocer al resto de los niños de su grupo.
5.- Contribuir a su desarrollo afectivo y social.
Y en este punto nos encontramos ahora en las aulas, respetando los ritmos, necesidades y posibilidades de cada uno de los niños en la medida de lo posible.