¡Por fin llegó el esperado día de la nieve!
El jueves 23 de febrero, subimos a Navacerrada para pasar un esplendoroso día de diversión asegurada.
El disfrute, la ilusión, las expectativas... sobretodo de los adultos que ya repetimos esta experiencia de otros años, arrastra al resto de adultos que, ilusionados, se preparan, se equipan, para con sus hijos, pasar un día inolvidable y divertido.
¡Ha sido genial! Nos ha hecho un día soleado, los niños han podido disfrutar llenando cubos con las palas, haciendo un pequeño muñeco de nieve... y los más atrevidos, lanzándose con el trineo cuesta abajo, acompañados siempre de un adulto en forma, pues luego había que volver a subir, cargados con el trineo y el pequeño.
Después de una mañana tan espléndida, la hora de la comida llegó y bajamos a la cafetería de la residencia de Navacerrada a comer, pues un suculento y buen menú nos esperaba, ya todos con mucha hambre.
Una vez en el autobús, el cansancio rindió a algunos mayores y pequeños, que se dejaron vencer por el sueño, con los rayos de sol reflejados en los cristales.
Muchas gracias a todos por hacer posible el desarrollo de esta salida en particular, con la que todos disfrutamos, pasamos un día inolvidable y divertido, en un ambiente distendido, relajado y cercano entre papás, niños y educadoras.