Un año más, el Equipo Educativo de la Casa de Niños "El Cascarón" os damos la BIENVENIDA y abrimos nuestras puertas para recibir, en este nuevo curso, tanto a niños como a familias.
También desde estas líneas damos la bienvenida a nuestra compañera Conchi, que sustituirá a nuestra querida Montse, en estado de buena esperanza.
El inicio de un nuevo año escolar se constituye en un motivo de inmensa alegría y de celebración colectiva entre los miembros de cualquier comunidad escolar, debido a la emoción que implica el volver a ver a los viejos amigos, a contarse anécdotas vividas durante las vacaciones, y por la curiosidad de conocer.
Como todos sabéis, y estáis viviendo en primera persona con vuestros pequeños, estamos en pleno proceso del periodo de adaptación. Supongo que habrán comenzado las dudas de cuándo va a pasar este periodo, cuándo mi hijo dejará de llorar, cuándo me dirá la educadora que ha estado bien toda la mañana, etc.
TRANQUILIDAD y PACIENCIA son las palabras mágicas y los estados que pretendemos transmitiros, desde el Centro, todo el Equipo Educativo.
El Periodo de Adaptación es una transición, es un periodo de cambio y de adaptarse, como su propia palabra indica, a la nueva situación que se les plantea, y no es fácil. Pensad en el primer día de vuestro trabajo: qué me pondré para dar buena impresión, cómo me recibirán mis compañeros y mi jefe o jefa nueva, dónde me ubicaré, qué es lo primero que me mandarán hacer, si lo sabré hacer bien... En fin, no tengo que seguir, ¿no? Pues esto es lo que significa un periodo de adaptación, un periodo en el que ir conociendo, poco a poco, a los amigos nuevos, el espacio en el que me encuentro, los juegos que puedo realizar, las normas, las educadoras...
Han pasado varias semanas desde que comenzamos y ya se ven algunos progresos, gracias a vosotros y a la programación conjunta de dicho proceso. Es fundamental que el niño cuente con el apoyo y el ánimo de sus padres. Es necesario que el ambiente familiar sea favorable en casa para que el niño se sienta más seguro y apoyado para adaptarse a su nuevo ritmo de vida. El comportamiento que manifieste tu hijo será variable. Ten en cuenta que ellos reaccionan a los cambios del mismo modo que nosotros, los adultos. Es como cuando vamos a un trabajo por primera vez. Nos ponemos nerviosos, ansiososos, y a los niños se les pasa lo mismo, aunque lo exterioricen y manifiesten de una forma distinta. Por esta razón, los padres debemos hablar con nuestros hijos acerca de la nueva situación, transmitirles confianza, pedirles su colaboración y su comprensión, y demostrarles lo seguros y tranquilos que estamos de que ellos se vayan al colegio. Es necesario destacarles los cambios positivos y participar con ellos en todo el proceso, es decir, comprar los libros y forrarlos con ellos, ordenar la ropa o el uniforme y acompañarles al colegio, por lo menos, durante la primera semana. En resumen, que los padres hablen con sus hijos de sus capacidades, ilusiones, habilidades y expectativas hacia esta nueva etapa, contribuirá a que los niños se sientan arropados y capacitados para salir adelante ante las dificultades que se les puedan presentar, fomentando así su autoestima.
Iniciemos entonces cada año escolar con desprendimiento material y emotivo irradiando alegría y esperanza para que nuestros alumnos encuentren en la escuela un buen motivo para estar en ese lugar cada día.
