¡LLEGÓ EL FINAL DE CURSO!

Todo estaba preparado, los nervios a flor de piel, educadoras ultimando detalles, familias colaborando hasta el último momento, niños viviendo esos nervios transmitidos en este día tan especial y emotivo para todos.

Los decorados para la obra de teatro, que con tanto esfuerzo, dedicación y horas de trabajo se han elaborado, ya estaban colocados y preparados para la puesta en escena de la representación teatral "LOS TRES CERDITOS".

Los actores preparados, maquillaje, vestuario... último ensayo general. Todo dispuesto para comenzar.

Y... ¡Da comienzo la representación! La sorpresa está reflejada en el rostro de todos los asistentes. El cuento musical, grabado con la gran participación de la Rondalla de Moraleja de Enmedio, comienza a sonar. Los niños y familias disfrutan con ello y las educadoras con la emoción que transmiten sus caras y la quietud y atención con la que lo están disfrutando.

TERMINA LA REPRESENTACIÓN y ¡cómo no! el lobo ha hecho las delicias de todos. Aplausos y baile con todos los personajes, para pasar a la entrega de orlas a los niños que finalizan el primer ciclo de Educación Infantil. Un momento muy emotivo, especial y que SIEMPRE deja una huella imborrable en nuestro corazón.

Este año, los papás y mamás, regalaron al Equipo Educativo, un fin de semana en una Casa Rural en Ávila, donde disfrutamos del relax, la paz y la tranquilidad. Nos bañamos, reimos, compartimos experiencias... fue un fin de semana muy agradable y divertido. MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS.

Después de recuperarnos de todas estas emociones a flor de piel, pasamos a degustar los platos elaborados por cada una de las familias y las pizzas que los niños, durante los talleres de la Semana Cultural, elaboraron en el aula. Ya en un ambiente distendido y con música de fondo existían diálogos en pequeños grupos, enhorabuenas a los actores, agradecimientos varios, comentarios de las cercanas vacaciones... Y así hasta la despedida final.

Lo que convierte la vida en alegría no es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos y no dejar que termine el día sin haber crecido.